Anunciación.-Mientras para unos, la industria de los hidrocarburos (extracción, procesamiento y distribución) representa millonarias ganancias económicas, para la inmensa mayoría, el petróleo representa derrames, contaminación, desolación y destrucción. Sobre todo para los habitantes de comunidades del sureste del país, donde  en instalaciones y ductos de Pemex,  los derrames son frecuentes.
El 28 de julio de este año, ocurrió otro derrame. A decir Greenpeace, esta ocasión se le atribuye a un grupo de personas llamados  “Chacarreros”, cuyo delito fue querer cortar un tramo de tubería del oleoducto de 12 pulgadas, conocido como “Batería Sur” del municipio de “Las Choapas” en Veracruz,   que supuestamente se encontraba fuera de servicio, lo que trajo consigo un derrame de aceite que abarcó tres kilómetros.
La Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, dijo que, “los gobiernos nos venden la idea de un futuro económico marcado por los beneficios y progreso, que el hidrocarburo trae consigo: un sistema industrializado que genera movilidad y rapidez a la sociedad,  pero la realidad es distinta”.
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