Anunciación.-Con el objetivo de generar condiciones que faciliten el ejercicio del derecho a la participación de niñas y niños, a través de la reflexión de referentes técnicos, metodológicos y legislativos, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) llevó a cabo el seminario sobre el “Derecho a la participación de niñas y niños”, tema pendiente en la agenda de Derechos Humanos del Distrito Federal.

El mensaje de inauguración corrió a cargo de José Luis Gutiérrez Espíndola, secretario ejecutivo de la CDHDF, en donde señaló que los niños tienen mucho que aportar y tienen derecho a ser tomados en cuenta, particularmente en aquellos asuntos que los involucran directamente tal y como lo proclama la convención sobre los derechos del niños en las Naciones Unidas, “decir que niñas y niños son el futuro, es un lugar común, pero resulta muy revelador, porque pareciera entrañar que sólo serán valiosos y podrán participar enserio cuando sean adultos y definitivamente no es así” comentó.

Juan José García Ochoa, subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, reiteró la disposición que hay en escuchar y atender los resultados de la reflexión del seminario  para proponer mejoras que ayuden hacer un México mejor.

Así mismo Jesús Valdés Peña, secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal y Gabriel Rojas Arenaza, director general de Educación con el niño callejero IAP (EDNICA), coincidieron en que México necesita que existan esquemas que permitan que niños, niñas y adolescentes participen en torno al ciclo de la política pública, para que generen mecanismos de exigibilidad.

“Necesitamos Fortalecer el consejo promotor de los derechos de los niños y las niñas en el Distrito Federal, esta ciudad requiere de un consejo fortalecido, no sólo que coordine muy bien el trabajo sino que también se coordine entre la sociedad civil y el gobierno”, especificó Gabriel Rojas.

Virginia Murillo, presidenta de Defensa de los niños internacional, Costa Rica, dijo que la participación  es un derecho que se logra a través de un proceso de construcción y lucha  individual y colectiva con responsabilidad y organización para garantizar la expresión  de los niños, adolescentes y adultos sin distinción de razas, capacidades físicas, opinión o política, “tenemos que ir rompiendo esas barreras que se han ido generando y dificultan la comprensión entre el adulto y el niño; para poder generar procesos de participación efectiva” apuntó.

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