Anunciación.-  Las posadas se celebran desde hace 398 años, justo nueve días antes de la Navidad. El festejo se realiza del 16 al 24 de diciembre, tiempo durante el cual se representa simbólicamente el peregrinar de José y María.
Amenizadas con letanías que se vuelven cánticos, las posadas reaniman el espíritu religioso de los participantes, recordando a los peregrinos, las oraciones, la procesión con piñatas, que con siete picos representan los pecados capitales, además se ofrece ponche, fruta, pero sobre se vive con emoción, alegría, amistad y fraternidad.
Dichas fiestas de fin de año tienen su origen más allá de la época colonial, cuando los indígenas festejaban durante el invierno o Panquetzaliztli, el advenimiento de Huitzilopochtli, Dios de la Guerra. En un esfuerzo de evangelización los religiosos agustinos, sustituyeron la imagen de Huitzilopochtli por la de José y María.
En sus inicios estos festejos no fueron como los conocemos ahora, primeramente se les llamó “fiestas de aguinaldo” y consistían en la proclamación de la misa intercalada con pasajes y escenas alusivas a la Navidad. Como atractivo se daban pequeños regalos a los indios que participaban, además se incluían piñatas, luces de bengala, cohetes y cantos populares.
Vivamos con alegría estas posadas y pidamos que la paz reine en nuestro México Querido.