Anunciación.- Aunque es positivo retirar la sal de las mesas en los restaurantes como lo promueve la campaña “Menos sal, más Salud” en la ciudad de México, para Carlos Hoyo Vadillo, investigador del Cinvestav, hace falta diseñar un programa completo que reduzca sustancialmente la ingesta de sal en la población mexicana, con el fin de disminuir la incidencia de diversos padecimientos relacionados con este producto.
Indicó que se debería diseñar un programa más completo que busque disminuir el contenido de sal en los embutidos, carnes frías, alimentos enlatados y frituras. Pues en promedio se ingiere 10 gramos de sal al día, el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
“En todos los seres vivos el sodio tiene una presencia muy importante, pero su consumo excesivo produce hipertensión arterial que altera el funcionamiento del corazón y puede generar infartos; aunque no se conocen del todo los mecanismos que la producen”, explicó Hoyo Vadillo.
Asimismo, la hipertensión arterial y los problemas cardiovasculares van de la mano con la obesidad y la diabetes, por lo que el alto consumo de sal de alguna manera también favorece la obesidad y esto termina siendo un riesgo para padecer diabetes tipo 2.
Una estrategia para disminuir el consumo sodio sería cambiar la sal que comúnmente consumismo por la de potasio, la cual no cambia significativamente el sabor de los alimentos,  señaló el investigador.
Además de retirar los saleros de las mesas, dijo, sería recomendable que los restaurantes ofrecieran este sustituto de la sal, como lo hacen con el azúcar que  se ofrece en forma refinada, mascabada y el sustituto.

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