Anunciación.- En sesión solemne, la Cámara de Diputados hizo entrega de la Presea Eduardo Neri, al periodista Jacobo Zabludovsky, quien recibió la medalla por su trabajo informativo sin descanso a lo largo de 70 años al servicio de la república mexicana, la colectividad nacional y la humanidad.

El reconocimiento, del mismo valor social que la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República, se entrega hoy a quien ha sido maestro y modelo para miles de periodistas en México.

“Cuando la TV llegó a este país, Jacobo ya nos daba las noticias. Él diseñó los primeros guiones para noticieros de Radio y Televisión, así que, lo que hoy hacemos, incluso en internet, es andar sobre sus pasos.

Jacobo, mi primer jefe de jefes -Abraham Zabludovsky, el señor Raúl Hernández, Amador Narcia y Juan Francisco Castañeda-, me enseñó que el periodista no miente y si acaso algo omite, lo hace por prudencia, para evitar un conflicto social. En el set de televisión, como en la cabina de radio no estamos para pensar, lo que vamos a decir públicamente, ya lo hemos pensado antes de salir al aire. La noticia es lo que es, entonces, el reto del periodista es la forma y el estilo con el que transmite la información.

Sus enseñanzas no sólo han sido referentes al quehacer informativo, ya que para Jacobo, la familia y las responsabilidades cívicas y sociales son trascendentes. Su esposa Sarita le acompañaba por las tardes hasta la hora del noticiero 24 Horas y recibía en casa a los amigos y colaboradores, a quienes siempre nos hizo saber su estima y reconocimiento.

Para quererte, a Jacobo no le interesa el lugar que ocupas en la estructura socioeconómica y política, le interesa tu honestidad, sencillez y amor al trabajo.

Los periodistas de México que nos hicimos a su lado, aprendimos eso: a trabajar; jamás por lucimiento personal, sino por vocación periodística: porque tu país te apasiona, porque te interesa lo que pasa en el mundo y porque tienes potencial para descubrir, conocer y compartirY si haces una buena nota un día, al día siguiente ya no existe, así que cada día tienes la oportunidad de hacer la mejor nota de tu vida. Las de ayer ya no existen.

Jacobo nos ha enseñado a vivir en presente con proyección a futuro, pero no de un modo individualista, sino hacia el futuro común, al que aspira la sociedad humana: un futuro de justicia y paz. Por eso el periodista es gran un lector, necesita leer siempre para entender las causas de los acontecimientos que va a comunicar. El periodismo es un oficio que requiere disposición y generosidad: uno se prepara para informar a través de un medio, que a su vez, te da la oportunidad de servir.

Con estas paráfrasis de sus enseñanzas, comparto lo que de Jacobo aprendí, al trabajar a su lado. Fui de las últimas reporteras formadas por él, en la sala de redacción de 24 Horas.
Enhorabuena, querido Jacobo. Dios lo bendiga siempre. Sus instrucciones y preceptos me han acompañado en la misión de comunicar el altruismo, con equidad en la difusión de causas sociales, a través de radio, televisión, prensa e internet, por la cohesión social y la paz de México. Por eso y por toda la pasión con la que vive, millones de gracias.

Sin el medio en el que trabajo, no tendría modo de hacerle este homenaje, así que reciba de parte mía y de todo el equipo de Fundación para la Promoción del Altruismo IAP, un abrazo muy grande, lleno de gratitud y cariño. Lo escuchamos de una a tres”.   Tere García Ruiz