Anunciación.- Luego de quince años de trabajo
Ryan acompañado por su hermano Jordan realizó 10 presentaciones, las que estuvieron llenas de energía positiva, contagiando a la juventud con su sencillez y su voluntad por llevar agua potable a las regiones en las que hace falta este líquido vital.
El joven de 21 años dice que el anzuelo que le impulsa a seguir persiguiendo su misión, está ahí, cuando se acerca a un bebedero y piensa en aquellos niños que tienen que caminar más de 5 kilómetros diarios para traer agua a casa, cuando él con solo 10 pasos, puede acercarse a una llave y beber. Su perspectiva cambio luego de ir a Africa y abrir el primer pozo cuando él tenía 6 años, al ver a niños y adultos festejando con una amplia sonrisa en la boca por tener un pozo de agua limpia. El afirma que sería absurdo si nosotros festejáramos cada vez que abrimos la llave de agua, cuando esto forma parte de nuestra vida cotidiana.
Su visón es seguir pensando con la frescura de un niño de 6 años, ya que a esta edad no se tiene una medida real del problema, pero al final el impulso, la pasión, el estar obstinado a lograr una meta, es la que lleva a conseguir los resultados a largo plazo.
Los mensajes que nos deja Ryan en sus propias palabras son:
Me siento joven para tomar decisiones importantes en la vida, pero siendo niño nunca dudé en pensar y actuar por África. “La mitad de mi tiempo pensaba en ser niño y la otra mitad pensaba en Uganda.”
- La vida es fantástica y tengo el privilegio de gozarla teniendo padres y amigos.
- Amo ser voluntario y cuando sea grande buscaré la manera de seguir siendo voluntario.
- Al ser voluntario, puedo ayudar a otros a tomar control de sus vidas.
En lo institucional, Ryan sugiere: establecerse, expandirse, esforzarse con éxito, la fórmula de las 3 “E” probada en la fundación Ryan’s Well, para llevar a cabo los más de 600 proyectos en 16 países del mundo.
