Anunciación.- Carla Herrera, presidenta de 

Pequeño Gan Humano, señaló que un berrinche o rabieta es una descarga emocional de sentimientos que sucede dentro del desarrollo normal de los niños y que usualmente empieza entre el año, año y medio y dura hasta los 3 o 4 años de edad aproximadamente  dependiendo del niño o niña y del manejo de ellas por parte de sus padres.

Aseguró que los berrinches se presentan porque los niños, conforme van creciendo, tienen la necesidad de hacer más cosas por ellos mismos. Ya son caminantes y explorar el entorno resulta muy estimulante. Lo que sucede es que como están pequeños y los cerebros van desarrollándose poco a poco, sus diferentes capacidades físicas, intelectuales y lingüísticas aún no están 100 por ciento desarrolladas, lo que produce rabia, miedo o frustración al momento de realizar algo nuevo o aquello en lo cual apenas va incursionando.

Explicó que cuando una rabieta tiene lugar, el cerebro del pequeño se inunda de sustancias y hormonas estresantes como el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina lo que hace que sus sentidos queden fisiológicamente bloqueados. Es decir, en su máximo apogeo, los niños no pueden escuchar, entender ni razonar lo que los adultos le están diciendo o indicando hacer en ese momento. Por eso, cuando un niño o niña se encuentra en plena descarga emocional será necesario esperar a que simplemente pase la tormenta para poder conectar con la emoción y reestablecer la calma.

Carla Herrera aseguró que en estos casos es crucial que el padre o la madre sean quienes permanezcan centrados con acceso a su cerebro racional para poder apoyar al niño y guiarlo eficazmente en su comportamiento con la finalidad de que poco a poco vaya aprendiendo a modelar su conducta y emociones.

Afirmó que como padre, se cuenta con varias herramientas y formas para ayudar a tu hijo o hija, desde acompañarlo a su lugar de calma y esperar a que todo pase para retomar y educar, hasta validar sus sentimientos con empatía y ayudarlos a resolver el problema que causó la rabieta entre ambos. Pero algo que se debe tener claro y presente es que nunca una rabieta o berrinche debe ser el medio para conseguir un fin.

A través de la actitud comprensiva y amorosa, el niño o niña irá comprendiendo que sus padres están presentes para apoyarlo sin juzgarlo pero guiándolo con amor y firmeza a la vez. Esto es un excelente modelo para los hijos  porque demuestra con actitudes cómo las personas afrontan con madurez las frustraciones, la rabia o los miedos de la vida.

Informes

Teléfono.- 5527278536
pequenogranhumano.wordpress.com