Anunciación.- La celebración del día de muertos es resultado de una larga tradición cultural que se remonta a épocas prehispánicas y a conformado un momento de convivencia social y de actividad comercial relevante para la sociedad, en este aspecto, la coexistencia de dos perspectivas de celebración, ha hecho que los comercios diversifiquen su oferta.

El Día de Muertos impulsa las ventas en giros más tradicionales como panaderías, venta de materias primas y florerías. Sin duda esta fecha contribuye a la actividad económica y cultural de la ciudad.

Para el sector del pequeño comercio y prestadores de servicios, el tercer trimestre de 2013 no ha dejado buenos números, por lo que la perspectiva no es alta para esta celebración. Se percibe un ánimo moderado en los consumidores, que aunque no dejaran de lado la oportunidad de celebrar a sus difuntos, se prevé que este año las ofrendas serán sencillas.

Ante esta perspectiva, el 51 por ciento de los comerciantes esperan ventas ordinarias, mientras que el 27 por ciento estima un aumento de ventas alrededor del 30 por ciento y para el 22 por ciento restante, las ventas bajaran. El Día de Muertos tiene su principal canal de distribución en el pequeño comercio, por la naturaleza de los productos para esta fecha, como son flores, pan de muerto, papel de china y alimentos para las ofrendas.

Para esta festividad, una ofrenda puede rondar los 500 pesos con los elementos básicos, alimentos preparados y alguna bebida alcohólica; mientras que la visita a un panteón, considerando flores, veladoras y otros elementos tradicionales pueden elevar el presupuesto hasta los 850 pesos.

La derrama económica esperada para esta temporada será de Mil 62 millones 500 mil pesos en el Distrito Federal, una disminución del 10.3 por ciento respecto a 2012.

En cuanto a la actividad turística y recreativa, al ser la fecha principal del Día de Muertos en sábado (2 de noviembre), mucha de la actividad se presentará el viernes 1 y sábado 2 de noviembre, principalmente en el Centro Histórico, Centros Religiosos, Panteones y en lugares con Celebraciones Tradicionales como Mixquic en la delegación Tlahuac; además de la ya acostumbrada representación del cuento de “La Llorona” en el embarcadero de Cuemánco en Xochimilco; así como en Museos, Centros Culturales, Universidades y Centros Educativos de todos niveles que fomentan la tradición de ofrendas y altares para recordar a los difuntos.

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