Anunciación.- De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México más del seis por ciento de la población padece alguna discapacidad: de cada 100 personas, 41 la adquieren por alguna enfermedad; 33 por edad avanzada; 11 por nacimiento; nueve por accidente; cinco por alguna otra causa, y una por actos de violencia. Así lo dio a conocer, Jesús Sesma Suárez, coordinador de la bancada del Partido Verde en la Cámara de Diputados.

Ante esta situación, el Partido Verde, llamó a legislar a favor de las personas con discapacidad, a garantizar de manera efectiva sus derechos a la salud, a la educación, al trabajo y a la inclusión a todas las actividades de la sociedad sin discriminación.

Jesús Sesma Suárez, se pronunció por eliminar las barreras que impiden a ese sector de la población incluirse en todas las actividades de la sociedad; permitirles tomar sus propias decisiones y entender que son parte de la diversidad y de la condición humana.

El legislador ecologista señaló que uno de los principios de su partido político es velar por el respeto a los derechos humanos, en este caso por el de las personas con alguna discapacidad propiciando una igualdad de oportunidades, como lo establecen los preceptos de las Naciones Unidas.

Los estados con mayores índices de personas con alguna discapacidad: Nayarit con 8.2 por ciento del total; Durango con el 7.5 por ciento; Colima, Jalisco y Zacatecas con 7.4 por ciento. En tanto las entidades con menor número: Chiapas con 4.1 por ciento; Coahuila con 4.5 por ciento, y la Ciudad de México con 4.7 por ciento. Por sexo hay más varones que mujeres entre los 0 y 39 años de edad. Sin embargo, el porcentaje se revierte a partir de los 45 años de edad.

Por ello, dijo: “Los legisladores debemos trabajar para seguir ampliado esa cobertura y promover una cultura incluyente a favor de los millones de discapacitados que hay en el país”.

Entre las discapacidades más frecuentes: deficiencia visual y ceguera; trastornos físicos; del habla y del lenguaje; capacidad intelectual; enfermedades crónicas; pérdida de la memoria, la audición y la sordera, y dificultades en el aprendizaje, entre otras.