Anunciación.- La Oficina de Prensa de la Santa Sede, publicó una carta escrita por el Papa Francisco dirigida a los Obispos, con motivo de la Fiesta de los Santos Inocentes, celebrado el 28 de diciembre pasado.
“Hoy en nuestros pueblos, lamentablemente, se sigue escuchando el gemido y el llanto de tantas madres, de tantas familias, por la muerte de sus hijos, de sus hijos inocentes”.
En la carta, el Santo Padre recuerda la alegre noticia del anuncio del nacimiento del Salvador, hecha por el ángel a los pastores. “Nos hace bien escuchar una y otra vez este anuncio – afirma el Pontífice – volver a escuchar que Dios está en medio de nuestro pueblo. Esta certeza que renovamos año a año es fuente de nuestra alegría y esperanza”. Por ello, en estos días podemos experimentar cómo la liturgia nos toma de la mano y nos conduce al corazón de la Navidad, nos introduce en el Misterio y nos lleva paulatinamente a la fuente de la alegría cristiana.
“Como pastores hemos sido llamados para ayudar a hacer crecer esta alegría en medio de nuestro pueblo. Se nos pide cuidar esta alegría”. Pero la Navidad, mal que nos pese, señala el Obispo de Roma, viene acompañada también del llanto. “Los evangelistas no se permitieron disfrazar la realidad para hacerla más creíble o apetecible. Al contrario, nos anuncian el nacimiento del Hijo de Dios también envuelto en una tragedia de dolor”. Es el gemido de dolor de las madres que lloran las muertes de sus hijos inocentes frente a la tiranía y ansia de poder desenfrenada de Herodes.
“Un gemido que hoy también podemos seguir escuchando, que nos llega al alma y que no podemos ni queremos ignorar ni callar”. Ya que, contemplar el pesebre es también contemplar este llanto, es también aprender a escuchar lo que acontece a su alrededor y tener un corazón sensible y abierto al dolor del prójimo, más especialmente cuando se trata de niños, y también es tener la capacidad de asumir que hoy se sigue escribiendo ese triste capítulo de la historia.
Fuente: News Va