Anunciación.- Capturar la luz y el instante, proyectar una imagen perenne; esto es el arte y la técnica de la fotografía para las personas normovisuales. Pero, ¿Qué es la fotografía para una persona con discapacidad visual? Para ellos, los objetos y las personas son meros fantasmas opacos, son ecos de una sombra que no puede verse.
Es por ello que para una persona con discapacidad visual que acepta el reto de “fotografiar” y representar este arte, es un fenómeno que nos convoca a la integración, a ampliar nuestra visión en torno al artista y su obra, nos sensibiliza acerca de las emociones y vibraciones, que nosotros, simples normovisuales, no estamos capacitados para captar con nuestros ojos.
De eso y mucho más se trata “Perspectivas en la Oscuridad”, exposición fotográfica promovida por Vemos con el Corazón, IAP, institución constituida ante la JAPEM desde el año 2008 como un centro de desarrollo y capacitación para personas con discapacidad visual para promover su crecimiento intelectual, emocional y creativo. Al ser una institución no lucrativa, ofrece atención a personas con discapacidad visual de todas las edades, en su mayoría de escasos recursos, en un ambiente de amistad y respeto, brindando servicios de calidad.
“Perspectivas en la Oscuridad” es un recorrido emocional a través de texturas, ambientes, presencias y esencias de los objetos, paisajes y personas que han sido fotografiadas por un ojo que no ve. Representan la intuición del fotógrafo con discapacidad visual, que nos transmite el estremecimiento que le provoca el ambiente, persona u objeto que retrata.
Imperdible dicha exposición, que se exhibe en la CASA AZUL, un espacio donde la integración, el arte y el sentimiento se reúnen para celebrar lo mejor del ser  humano: su capacidad para el asombro y la creación. Casa Azul se encuentra en Horacio Zúñiga, núm. 112, colonia Ciprés, en Toluca, Estado de México y puede admirarse en un horario de 11 a 21 hrs.
La dimensión, del problema de falta de oportunidades y desarrollo de las personas ciegas y débiles visuales adquiere un carácter multisocial al ser la comunidad misma quien rechaza a personas con este tipo de discapacidad. Las personas con discapacidad visual no necesitan de la conmiseración de las personas, sino de una mano amiga que les haga sentir como parte de la sociedad, que les permita involucrarse activamente en acciones productivas para el total ejercicio de sus derechos, pues la discapacidad visual no es una limitante para no sentirse integrado a la sociedad.
El 52 por ciento de las personas con discapacidad visual, de entre 6 y 29 años de edad, no asiste a la escuela por falta de medios necesarios para trasladarse a un centro especializado en educación para personas con discapacidad; esto influye para que poco más del 30 por ciento de la población total con discapacidad sea analfabeta y sólo el 3.9 por ciento termina sus estudios superiores, lo cual no necesariamente significa su integración a la actividad productiva.
Por Heidy Morales