Anunciación.- Una vez más, un tirador abrió fuego en una escuela estadounidense. Y la polémica de regular la posesión y uso de armas en ese país se vuelve a encender: ¿es absoluto el derecho a poseer armas o se puede restringir?
1. Un tiroteo anunciado. El pasado 14 de febrero, en una escuela de Parkland (Florida), Nikolas Cruz, de 19 años y armado con un rifle de asalto, abrió fuego, mató a 17 personas e hirió a 15 más. En esta tragedia, se destaca que el FBI fue advertido de un potencial atentado, pues Cruz dejó avisos en las redes sociales.
En septiembre pasado, un “youtuber”, llamado Ben Bennight, notó un comentario alarmante en uno de sus videos, firmado por Nikolas Cruz, en el que decía: “me volveré tirador escolar profesional”. Bennight dio aviso a la policía del FBI en Mississippi. (Milenio, 15 feb 2018)
Además, el 5 de enero una persona cercana a Cruz llamó por teléfono al FBI y ofreció información sobre “su posesión de armas, su deseo de matar gente, comportamiento errático y comentarios en rede sociales, así como el potencial para atacar una escuela”. (Milenio, 16 feb 2018)
2. Armas en manos equivocadas. Hay una cuestión de fondo: si el derecho a poseer armas es absoluto o no. Como es lógico, el derecho a la propia defensa es incuestionable y por eso existe un derecho a adquirir armas.
Sin embargo, no se pueden equiparar el derecho a defenderse con el derecho a tener armas de fuego. Y el motivo es claro: hay personas que no tienen la capacidad mental para utilizar adecuadamente los instrumentos para defenderse, y se pueden convertir en potenciales agresores.
Una manifestación de esta equiparación de ambos derechos es que, mientras el Presidente Trump atribuía la culpa del atentado a una “enfermedad mental” de Cruz, su propio gobierno debilitó los controles que buscaban impedir que personas registradas por problemas mentales adquieran armas. (Univisión, 16 feb 2018)
3. ¿Se puede regular la libertad? La defensa de la libertad no es nada fácil porque, por una parte, este don humano debe ser garantizado absolutamente y, por otro, necesita cauces que permitan vivirlo sin afectar a terceros.
Pero precisamente estos dos polos nos hacen ver que “existe” la libertad y que, a la vez, su “ejercicio” debe ser educado. Como no todos los sujetos están en situación de ejercer con dominio y responsabilidad su libertad, se pueden regular algunas manifestaciones de ese ejercicio, como el libre acceso a la compra de armamento.
Epílogo. La libertad personal es un gran don, que debe ser tutelado. Pero la “libertad de poseer” no está al mismo nivel que la “libertad personal”, por eso el derecho a poseer armas no es absoluto, ni el primero.
El recto uso de la libertad implica reconocer una jerarquía de derechos, en el que el derecho a la vida es el primero, y todos se deben subordinar a él. Por eso, regular cuáles personas sí pueden poseer y usar armas y establecer quiénes no pueden hacerlo, no es un atentado contra la libertad; al contrario, es reconocer que la libertad humana necesita ser educada y orientada.
@FeyRazon lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.