Anunciación.- Todos hablamos -con nuestros seres queridos, con quienes trabajamos, incluso con los desconocidos cuando vamos en algún transporte o estamos en alguna sala de espera- de la corrupción, de la inseguridad, de la desaparición de tantas personas, de los asesinatos. Hacemos eco de los contenidos que encontramos en todos los medios de difusión.
La opinión pública, de la que todos somos actores y receptores, habla de la violencia de género, del maltrato a las mujeres, y de crímenes horribles de los que solamente diarios muy acotados daban esas informaciones. Ahora los encontramos en cualquier medio sin importar quiénes los recibirán, incluidos los niños.
Los particulares hemos de hacer lo elemental sin dejarnos llevar por la comodidad, como informar de los desmanes a las autoridades competentes para que cumpla sus obligaciones, exigir a unos que velen por la seguridad, a otros que encuentren a los criminales para canalizarlos a las respectivas instancias.
Pero como particulares necesitamos respondernos algunos asuntos: ¿el abuso de las drogas que produce incapacidad para razonar, podría ser causa de tantas conductas crueles? Ya no solamente en los antros, o en sitios peligrosos de una ciudad, sino en las escuelas, en los parques, a horas en donde las personas están cumpliendo sus obligaciones. Y ¿Qué hemos dicho sobre la despenalización de los enervantes?
En la familia ¿dónde están los padres? Qué tiempo dedican a sus hijos? En la escuela ¿Cómo son los maestros, cuál es su preparación y cómo imparten sus conocimientos? Si los padres callan en asuntos de tanta importancia están colaborando directamente a los graves problemas sociales. En el trabajo ¿prefiero callarme cuando veo una falta de justicia?
Es muy necesario que detectemos dónde hay abusos de conducta, abusos de poder o abusos sexuales y desenmascararlos. Si alguno de estos aspectos los encontramos en nosotros hemos de cambiar porque damos mal ejemplo en la familia y los parientes reproducirán esos comportamientos. Empecemos a cambiar lo que está a nuestro alcance y veremos muy buenos resultados a corto plazo.
Ya basta de echar la culpa a los demás, seamos valientes.