Anunciación.- La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, del cual México forma parte, en su artículo 27 establece que las personas con discapacidad tienen derecho a trabajar, en igualdad de condiciones que las demás, y esto incluye el derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida por medio de un trabajo elegido libremente y en un entorno laboral abierto, inclusivo y accesible. 

En la práctica, en México el 70 % de las personas con discapacidad no logra obtener empleo y termina desempeñándose en el sector informal. La discapacidad en México es vista como algo que corresponde sólo a las personas que la padecen y a sus familias, de cierta manera, esto los convierte en una población invisible.

Ante esta necesidad, las organizaciones de la sociedad civil juegan un papel muy importante. Muestra de ello es Corporación Laboral de Rehabilitación, I.A.P. que funciona en el Estado de México desde 1987 y que fue legalmente constituida ante la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM) en abril de 1997, la cual tiene el objeto de brindar capacitación laboral a personas adultas con discapacidad intelectual, mediante el desarrollo de destrezas y habilidades con la finalidad de procurar su inmersión a la vida productiva, ya sea en talleres protegidos o en empleo regular.

Corporación Laboral de Rehabilitación, I.A.P. trabaja ya desde hace varios con empresas y se caracteriza por realizar un desempeño puntual, cuidadoso y formal, lo que constituye su principal recomendación ante los negocios que colaboran con la institución.

Las actividades que se llevan a cabo en Corporación Laboral de Rehabilitación I.A.P. son la recuperación de materiales, como son rueda de cameron, banda cruda, manguera para pelar, etc; se hace además ensamble de piezas, grandes o pequeñas,  embolsado de diferentes artículos y empaques diversos para promoción o comercialización, se cuenta también con un simil-taller de almacén y apoyo a servicios administrativos.

La I.A.P. tiene un modelo de escuela- taller donde se proporciona capacitación en trabajos varios a personas con discapacidad intelectual leve y moderada, lo que permite generar unidades cerradas de producción aplicadas a la industria regular, así como la creación u obtención de trabajos varios para la producción institucional. Este modelo permite que los beneficiarios puedan lograr la independencia en su vida diaria con la adopción de hábitos laborales y trabajar las relaciones interpersonales que les permitan desarrollarse productiva y socialmente.

La experiencia laboral que adquieren las personas con discapacidad ayuda a protegerlos de las exigencias y abusos del mundo, lo que constituye una preparación para su integración social. Aunado al adiestramiento para la actividad productiva, las personas con discapacidad adquieren, además, hábitos personales y laborales que le permitan desarrollarse como persona y trabajador, lograr una vida plena orientada a un sentido productivo, desarrollar múltiples actividades enmarcadas dentro del trabajo, ser capaz de integrarse a diferentes grupos y lograr captar normas o leyes de convivencia social, entre muchas otras competencias para la vida.

El trabajo para el hombre puede ser un medio; para los discapacitados es un fin, si está en tus manos, ayúdales a lograr su realización personal.