La fuerza oculta del bien
Por: Socorro Eugenia Quijano Villanueva
Leí en los últimos días Fratelli Tutti , la más reciente encíclica del Papa Francisco y aunque no pude leerla de corrido como hubiera querido estoy segura que los grandes líderes del mundo de la información, religioso y político sí lo hicieron.
El Papa Francisco se atreve a decir muy claramente que si no nos descubrimos hijos del mismo Dios no podremos constituir tampoco un mundo en el que nos veamos todos como verdaderos hermanos y vivir una verdadera fraternidad universal. Solo el deseo de paz, fraternidad y amor no basta para vivir todos como verdaderos hermanos.
Quiero destacar en estas breves líneas lo que más me impresionó de la Encíclica que quizás no coincida exactamente con lo que el Papa quiso destacar como lo más importante. Leí el artículo de Rafael Navarro Valls: Fratelli Tutti: Fraternidad y amistad social y, como el, pienso en que es un documento que requiere un estudio pausado si queremos entender el papel que este Papa está desempeñando en la historia.
Dice Francisco que todos estamos involucrados de alguna forma en el progreso del mundo, así lo entendí y nos invita a todos a organizarnos con otras personas para resolver los pequeños y grandes problemas que nos aquejan, aunque parezca que no solucionamos nada, la fuerza oculta de hacer el bien actúa siempre a favor.
Con Franqueza y de manera muy clara dice no al Terrorismo, no a la pena de muerte y no a la cadena perpetua.
A través de sus nueve capítulos va tocando los puntos neurálgicos de los padecimientos del hombre dispuesto a defender la vida, humana y toda forma de vida en el planeta.
La paz es también una de sus preocupaciones y muy claramente dice que o nos involucramos todos o no podremos mejorar este mundo que está enfrascado ya en una tercera Guerra mundial a pedazos.
Con el Papa Francisco nos pronunciamos por la defensa del hombre y del planeta y decimos y pedimos ¡Nunca más la guerra!
Fratelli Tutti es una lectura muy conveniente para todos.