Bancos de alimentos, un servicio que no puede parar ante el COVID-19

Según datos del Banco Mundial, en México se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos cada año, un promedio de casi 158 kilos por persona. Bajo ese panorama Unidos Distribuimos y Transformamos IAP abrió sus puertas en 2016 y desde su concepción han tenido como misión brindar atención a población vulnerable con la entrega de alimento variado de manera justa, equitativa y equilibrada con el propósito de mejorar su alimentación, economía y calidad de vida.

Tan solo en 2019, atendieron a cinco mil 465 familias residentes de 11 alcaldías de la Ciudad de México y 8 municipios del Estado de México. De acuerdo con su directora operativa, Claudia García Zambrano, en ese mismo año se rescataron, en la Central de Abastos, 536 toneladas de frutas y verduras, mientras que de alimentos procesados obtuvieron 238 toneladas.

“Nos dedicamos a rescatar todo aquel producto que ya no se puede comercializar, pero que es 100 por ciento apto para consumo humano, esto quiere decir que en lugar de que llegue a una destrucción o al contenedor de basura sirva para ayudar a darles acceso a personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas y primordiales como es la alimentación”, describió.

En medio de la contingencia sanitaria provocada por la presencia de Coronavirus (COVID-19) su labor no para, sin embargo, se adapta a las circunstancias. Con dignidad, compromiso, solidaridad y servicio este Banco de Alimentos continúa dando servicio únicamente tres días a la semana (martes, miércoles y jueves), esto a fin de preservar la salud de todos los integrantes de la red.

“Extra de la reducción de atención en semana, lo que hacemos es citar a los beneficiarios en un horario especial. Es decir, atendemos de 10 a 14 horas y citamos a los grupos cada 20 minutos”, detalló. En caso de que hubiera un retraso en la entrega de paquetes, García Zambrano especificó que lo que se pediría es que el beneficiario se retirase a su auto y minutos más tarde se le llamaría por vía celular.

Respecto a las medidas de protección, la directora de esta Institución de Asistencia Privada (IAP) explicó que, tanto beneficiarios como colaboradores, utilizan guates, cubre-bocas y realizan lavado de manos cada media hora. “Esas son las medidas particulares y atendemos alrededor de 17 a 20 instituciones por día”, dijo.

Sobre esa línea, la directora indicó que, en Unidos Distribuimos y Transformamos IAP, se tienen tres clasificaciones de grupos:

– Regular que son instituciones que tienen personalidad jurídica y que brinda alimentos preparados a niños, adultos mayores y enfermos

– Comunidad que también tiene personalidad jurídica pero que solo atiende familias en inseguridad alimentaria

– Grupo organizado que no tiene personalidad jurídica, sin embargo, se organizan en comités y atienden a grupos vulnerables.

Aunado a ello, su fundadora señaló que el banco de alimentos, durante la contingencia, es una herramienta útil de sensibilización a la sociedad, a la industria alimentaria y a las personas que se encuentran dentro de la Central de Abastos de la Ciudad de México para que frutas, verduras, cereales y granos, no lleguen a su última etapa de vida, sino que ellos puedan reflexionar y decir “voy a participar y lo voy a hacer por medio de esta institución que va a demostrar hacia a dónde están llegando los donativos”.

Asimismo, invitó a la ciudadanía a evitar el desperdicio de alimento de la siguiente manera:

– Planificar las compras y recordar los alimentos con los que ya se cuenta

– Adquirir solo las porciones que se necesiten en casa

– Elegir las frutas y verduras “feas”

Para ayudar a que Unidos Distribuimos y Transformamos IAP siga llevando alimento a las mesas de las familias mexicanas, se puede hacer donaciones monetarias a través de su página web http://www.123iap.org.mx/. Cabe destacar que dicha aportación es deducible de impuestos.

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