CIDES IAP apoya a comunidades indígenas migrantes en la CDMX
Por: Jesús Arizmendi Valdez
Fotografía: CIDES IAP
Los niños y niñas indígenas migrantes que viven en la Ciudad de México, la calle representa un medio para obtener dinero, comida, relaciones afectivas, vestido, y a su paso por ésta, transforman el espacio público en un lugar para establecer relaciones de intercambio y nuevos códigos de relación social para cubrir sus necesidades y estrechar vínculos con realidades ajenas a las de su medio original.
De acuerdo con Alicia Vargas Ayala, directora general del Centro Interdisciplinario para el Desarrollo Social (CIDES) IAP, estos niños no viven en la calle y mantienen un vínculo más o menos cercano con su familia, participan en la operación de estrategias familiares de sobrevivencia, son buscadores de recursos económicos.
“La situación de calle se da cuando el niño, niña o adolescente inicia el proceso de transformación en la estructura de su vida y de modificación en su conducta, orientándose por las influencias del medio callejero. Cuando las familias salen a la calle a trabajar, buscan no solo comida y vestido sino afecto, aceptación y esperanza”.
Vargas Ayala informó que la legislación sobre el trabajo infantil, los niveles educativos, la falta de capacitación, el desempleo y otras condiciones les impiden participar en actividades laborales formales de la economía citadina, solo tiene acceso a la economía informal, subterránea y marginal desempeñada en la vía pública (como limpiaparabrisas, actorcito, mendigo o vendedor).
Por lo anterior, el Centro Interdisciplinario para el Desarrollo Social (CIDES) IAP constituido en 1995 se dedica a desarrollar e implementar programas de educación integral sustentados en el enfoque de derechos, perspectiva de género desde la interculturalidad, dirigidos a los niños y sus familias indígenas migrantes que viven en la Ciudad de México.
Cuenta con programas de apoyo directo en los asentamientos de la población, en la colonia Roma, y en el centro comunitario “Colibrí”, en donde se ofrecen servicios educativos, formativos, de capacitación, atención médica y psicológica, para potenciar sus capacidades y fortalezas, así como darles herramientas para el ejercicio de sus derechos y que, en consecuencia, exista una mejora en su vida actual.
“En CIDES contribuimos a que niños y niñas indígenas o en situación de pobreza, mejoren sus condiciones de vida a través de su participación protagónica y la de sus familias en el marco de sus derechos y con equidad de género”, señaló Vargas Ayala.
De acuerdo con la directora, en cinco años, CIDES habría implementado un modelo participativo protagónico que fortalezca la acción de niños y niñas en la transformación de sus condiciones de vida.
Además, CIDES habrá conformado un equipo profesional que consolide su papel protagónico como interlocutor en la definición de políticas públicas ante los tomadores de decisiones.
CIDES IAP. Página web: www.cidescolibri.org Facebook: @cides.iap Twitter: @CidesIAP