alt09/marzo/12 Jesús Arizmendi Valdez Twitter: @chuy_altruismo Urge prevenir la diabetes, la hipertensión y la obesidad para detener el aumento de enfermedades renales que afectan a nueve millones de mexicanos, de los cuales ocho mil requieren de un trasplante, señaló Bertha Pérez Lizaur, directora del departamento de salud de la Universidad Iberoamericana (UIA) en el marco del Día Mundial del Riñón. Comentó que el nutriólogo cumple un papel esencial en la prevención y el tratamiento de la enfermedades renales que afectan a nueve millones de mexicanos, ya que el riñón se daña por padecimientos como la diabetes y la hipertensión, principales causas de muerte en México, provocadas por una alimentación inadecuada alta en sodio y poca actividad física. Arturo Dib Kuri, director del Centro Nacional de Trasplantes señaló que en ningún lugar del mundo será suficiente la obtención de órganos de personas muertas para atender a sujetos vivos y que el gran reto que enfrenta el país es mejorar la infraestructura hospitalaria y los recursos humanos para promover la prevención y dar el tratamiento. Indicó que en México ha aumentado la cultura de la donación de órganos gracias a la solidaridad social y de las familias de los enfermos, pero se necesita procuración de órganos de sujetos cadavéricos, sin embargo no cualquier sujeto que muere puede donar, sólo uno de cada mil cae en criterios de posible donador. Destacó que en México los estados del norte son los que más realizan más trasplantes de riñón en contraste con los estados del sureste. De acuerdo con las estadísticas del Centros Nacional de Trasplantes, 15 mil mexicanos están en base de datos para recibir un trasplante y de estos ocho mil requieren un riñón y siete mil 500 tejido de córnea. Por otro lado, Gregorio Obrador director de la Fundación Mexicana del Riñón, informó que el mal control de la diabetes que afecta a tres de cada 10 mexicanos y la hipertensión podrían colapsar al sistema de salud porque no habrá suficientes recursos para atender a todos los enfermos, ya que el mal control de estas enfermedades desemboca en enfermedad crónica renal. Sin embargo, si se detecta de manera temprana a través de campañas de prevención para que la población esté consciente de los factores de riesgo, se controle la diabetes y la hipertensión, se evite la obesidad y el sobrepeso el escenario podría ser diferente.