75 aniversario de la UNESCO

18 noviembre, 2021

Autor: Ana Teresa López de Llergo

Las dos guerras mundiales del siglo pasado fueron el motivo para que los estadistas promovieran foros para prevenir, resolver, mejorar, resguardar, etcétera, asuntos muy importantes a nivel mundial. Por ejemplo, coordinar diferencias graves o pérdidas también importantes como es el caso del cuidado de la educación. Un producto es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El inicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con sede en París, fue el 16 de noviembre de 1945 con la finalidad de fomentar la paz y el entendimiento intercultural entre los Estados a través de la educación, la ciencia y la cultura. El 4 de noviembre de 1946, se formalizo su actividad con la ratificación de otros 20 países, además de los primeros firmantes.

Esta institución ha impulsado la ayuda en los rubros que le competen a países con recursos limitados, o ha promovido investigaciones para encontrar solución a problemas que afectan el desarrollo y la mejora de los pueblos. También da a conocer trabajos de investigadores que abren caminos al desarrollo del conocimiento. Iniciativas como estas muestran la valía de los seres humanos que ante grandes desastres son capaces de idear grandes proyectos.

La UNESCO busca, además, proteger y salvaguardar los lugares del mundo considerados excepcionales por su valor y belleza cultural o natural. Esta es una contribución al cuidado de la casa común y de la herencia de antecesores ilustres.

Es recomendable revisar las investigaciones, las publicaciones y los trabajos que realiza este organismo porque pueden abrir el panorama para mejorar la educación, la tarea de investigación, conocer los nuevos derroteros de la cultura, la innovación, y la aplicación de inventos originales.

Estar al tanto de esos trabajos incitan a la superación y a la participación en las investigaciones de vanguardia. Todos los países expresan sus opiniones, pero las del Vaticano tienen especial relevancia y nos aseguran que la UNESCO presta un servicio común a la paz y la solidaridad entre los pueblos, al desarrollo integral de la persona humana y a la protección del patrimonio cultural de la humanidad.